miércoles, 27 de agosto de 2014

¿Dolarizamos o pesificamos?

¿Por qué no dolarizar la economía?

Si no funciona y nadie quiere dólares, terminaremos con el estigma de andar corriendo hacia el dolar y se generarán las condiciones para una nueva creación de moneda nacional en la que todos puedan poner su confianza.

Y si funciona, habremos terminado con parte de nuestros problemas monetarios y será mejor para la economía.

Ahora bien, podría suceder que, de funcionar la dolarización, venga un gobierno intentando tumbarla -esa maldita costumbre nuestra de la eterna refundación creadora que decanta siempre en una deconstrucción destructiva-.

Y si no funciona, podría suceder también que venga un gobierno intentando persistir en esa anomalía hasta el hartazgo -esa maldita costumbre nuestra de persistir en un yerro montados en exculpaciónes eternas que se recrean mediante pueriles obstinaciones ideológicas-.

¿Te parece una locura?

Bueno, te cuento. Éso es precisamente lo que hoy está sucediendo. Solo tenes que cambiar el color del billete y en lugar de pensar en dólares, debes pensar en moneda local. Ya nadie quiere los pesos, porque un gobierno que hace todo, pero absolutamente todo para envilecerlos, se empecina obstinadamente a empujarnos a querer quererlos.