domingo, 3 de noviembre de 2013

DESDOBLAMIENTO DE TIPO DE CAMBIO

Un breve comentario.

Una distancia de un punto a otro puede ser medida en kilómetros o millas. Supongamos que de X a Y hay 10 millas o 16 kilómetros. Intentar argumentar que con la segunda medida hay más distancia que con la primera, indicando que 16 es más que 10, es confundir el patrón de medida con el fenómeno. Y muestra, también, que no se ha captado lo más básico y esencial de una herramienta de medición para ponderar, comparar, operar y tomar una decisión.

Suponer que con un tipo de cambio desdoblado por fuera de lo que indica el mercado, se podría generar una nominalidad acorde para unas cosas y otra acorde para otras, es caer en el mismo yerro que en el ejemplo he indicado. El tipo de cambio es la nominalidad que aproxima la medición de una sustancia, la cual en este caso se forma mediante la acción humana de intercambio, y así, a diferencia de la medición física del ejemplo, el tipo de cambio es sustancia y medida a la vez; no existe un consenso nominal que pueda ser dictado por fuera de su propia dinámica. En este caso también, entonces, se debe recordar que no podemos desdoblar esta sustancia desdoblando el tipo de cambio de la misma manera que no se puede desdoblar una distancia argumentando que 16 es más que 10.

La escasez de divisas no puede solucionarse trabajando en el nivel de la apariencia, solo un necio o alguien que no sabe nada de economía puede aún continuar sosteniendo este tipo de medidas como argumento válido.

lunes, 14 de octubre de 2013

NOBEL DE ECONOMÍA 2013

Hay bastante ruido entorno al Nobel de Economía entregado a tres Estadounidenses sobre un tema que tiene que ver con la formación de precios de activos en el futuro y su posible predicción en el presente. Algunos lo interpretan como magia, otros como diletancia, también tarotismo, astrología o astronomía aplicada a la ciencia económica -aunque podríamos volver al tan mentado tema de la física-.

Lo que debemos tener en cuenta, creo, es la obsolescencia del sistema institucional mediante el cual discurre el conocimiento y su correspondiente "corroboración de calidad" o sello de viabilidad y seriedad, por llamarlo de alguna manera.

En tal estructura, los investigadores están obligados a escribir "tanto por año", asistir a cierta cantidad de congresos en determinado tiempo. A buscar un "tema original", y así, cientos de miles de personas corren escribiendo y escribiendo. ¿Alguien puede pensar que en ese ejército de cientos de miles de escribas y observadores cada uno de ellos puede mantener originalidad sobre la base de una obligación?

Soy de los que piensan que más bien son un rejunte que termina decantando en un gran maratón, en donde el desafío es estar sin más. Entregar un Nobel por año en ese contexto, es una inevitable conducta formal para mantener la maquinaria en funcionamiento, aunque la repetición de un premio por año se transforma a la vez en su contrario.

Progresivamente vacía su propia categoría mostrando de manera inevitable, que lo investigado ya esta contenido en escrituras económicas de hace siglos, o bien son meras lineas de aproximación que se van alejando inexorablemente de la originalidad específica para la cual el premio estaría orientado. "Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes", escribió Sir Isaac Newton en una carta a Robert Hooke en 1676. Y es interesante el contenido de esa frase (originalmente enunciada por Bernardo de Chartres), lo que cobra relevancia hoy en día; a más y más premios presentes, más enanos actualizados y mayor altura y grandeza de los hombros de los gigantes en los que vamos montados.

Y hoy, una vez más, el Nobel de economía parece ser un repetido ejercicio de selección mediocre que premia más "los contactos" que un pensamiento original. Comenzarán las críticas marxistas, las austriacas, las neoliberales, las keynesianas -neo, post y new-, y, obviamente, también las amateurs.

Yo por mi parte digo: si me midiera en mi ciencia como un tenista ha de medirse en el circuito ATP, estaría probablemente en el puesto 3 millones. Y desde ese lugar: ¿Podría criticar al número uno? Creo que no, aunque podría criticar el sistema de puntuación indicando que es injusto...

Bueno, espero se haya comprendido el mensaje. El Nobel de economía entonces, para Lars Hansen, Robert Shiller y Eugene Fama. El tema; "análisis empíricos sobre los precios de activos". Validez del tema; "Posibilidad de predecir el curso amplio de los precios en periodos largos de tiempo". Felicitaciones!

Y a quienes no han ganado el Nobel, a seguir trabajando...

martes, 8 de octubre de 2013

TEORÍA CENTRO-PERIFERIA. Una historia incómoda








La teoría "centro-periferia" nos dice algo más o menos así: las sociedades atrasadas -las que arrancan su desarrollo en fases posteriores-, no pueden alcanzar a las más desarrolladas mediante el comercio libre con éstas, precisamente porque quedarían supeditadas a las necesidades del centro -aquellas que se desarrollaron previamente-. El libre comercio desarrollado por la vía de tal asimétrica relación, crearía un círculo vicioso de dependencia eterna y retraso permanente. Así, persistir en la libertad de comercio, decantaría inexorablemente en una recreación constante de pobreza estructural, cuya magnitud de crecimiento sería proporcional a la magnitud de la libertad con la cual estas sociedades se especializarían vía el comercio; las primeras lo harían en generar riqueza a expensas de las segundas, y las segundas -retrasadas-, se especializarían en la recreación de pobrezas funcionales a las primeras -las adelantadas-. Si se comprendió la síntesis, sería interesante intentar contestar la siguiente pregunta.

¿Por qué causas y motivos los Sumerios no pudieron mantener su liderazgo y riqueza? ¿Acaso no existía libre comercio en aquel entonces?





viernes, 4 de octubre de 2013

INFLANDO LA PIÑATA

En el siguiente gráfico podremos observar la correlación entre las diferentes inyecciones que la Reserva Federal de los Estados Unidos ha realizado desde 2008 hasta el presente, con el rendimiento del Standard & Poor's 500.

Standard & Poor's (S&P) es una agencia de calificación de riesgo, división de la empresa McGraw-Hill, dedicada a la elaboración y publicación periódica de calificación de riesgos de acciones y bonos, que fija la posición de solvencia de los mismos. Comparte oligopolio con Moody'sFitch Group.

Podremos ver en la imagen, claramente, como a partir de QE1 (con sus previos anuncios y luego previos anuncios para QE2 y así sucesivamente), el índice mejora proporcionalmente tanto a los anuncios como a la inyección, y empeora cuando hay síntomas de agotamiento o percepción de no expansión monetaria. 

Desde ésta perspectiva, cada vez más se habla de mercados manipulados exógenamente. Para ver artículos relacionados, puede ir al siguiente enlace en Punto de Vista Económico o en este otro, en gurusblog.














viernes, 27 de septiembre de 2013

Fallo judicial y cepo cambiario

Fuente: http://www.aduananews.com/archivos/fallo%20CSJ%20Causa%20syntex.pdf


La ley 19.359 – Régimen Penal Cambiario – fija en su art. 17 facultades al Banco Central de la República Argentina (BCRA) para establecer en los sujetos investigados medidas precautorias, como : “no acodarles autorizaciones de cambios”; “no darles curso a sus pedidos de despacho a plaza”; “no darles curso a sus boletas de embarque de mercaderías”, entre otras.

Recientemente un fallo dictado por la Justicia Nacional en lo Penal Económico, sosteniendo lo prescripto por la ley 26.854, consideró que tales medidas no pueden perdurar en el tiempo, por el contrario, deben estar ajustadas las a un plazo razonable que no afecte garantías constitucionales.

Así, lo indica el fallo del Juez Marcelo Aguinsky, “En este sentido, así como el legislador ha señalado un límite razonable para el plazo de vigencia de las medidas cautelares mediante la ley N° 26.854, al indicar que aquel plazo no podrá ser mayor a los seis (6) meses, y teniendo aquel límite temporal como parámetro, no se advierte que la vigencia de las medidas notificadas mediante la comunicación “C” aquí cuestionada, resulte pertinente actualmente cuando ya han transcurrido cuatro meses desde su dictado”. ( cfr. 23/08/2013 - causa 859/2013 caratulada Syntex S/Amparo)

La decisión judicial ordena al BCRA dejar sin efecto las medidas cautelares contra el accionante. Asimismo, intimarlo a resolver esos procedimientos en plazos razonables para "no afectar la garantía de defensa en juicio" al imputado o sumariado que consagra la Constitución Nacional.-

AQUÍ EL FALLO COMPLETO

miércoles, 18 de septiembre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

Value Investing

En esta charla de Juan Ramón Rallo podremos comprender algunos aspectos que tienen que ver con diferentes estrategias a la hora de realizar inversiones.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Vaca muerta, la energía potencial de Argentina

A finales de la década de 1950 y principios de la siguiente, subsidiarias de empresas transnacionales
cubrieron el déficit técnico y la escasez de recursos que presentaba argentina para poder alcanzar las fases más difíciles de su industrialización. Hoy, casi 60 años después, la historia parece repetirse; las posibilidades potenciales que abre la reserva de vaca muerta, ponen en evidencia nuevas restricciones.

Siendo probablemente la tercera reserva mundial de petróleo y gas no convencional, solo es posible su aprovechamiento en la medida en que las transnacionales puedan aportar sus recursos y conocimientos para que tales reservas se hagan efectivas y susceptibles de utilización en el mercado energético, solo con ese aporte puede ser  posible saltar el cuello de botella energético que la mal llamada "década ganada", ha generado.

Argentina hoy es una economía cuya estructura, empobrecida y retrasada técnicamente, no puede hacer provecho del mar de recursos en la que está montada. Un empobrecimiento suscitado a la par de la riqueza potencial siempre promisoria, pero siempre esquiva; una economía condenada a su propia dinámica -que por momentos parece ser la muestra cabal de su propia desidia-.

Hay también, ciertos patrones de conducta que pueden explicar -al menos en parte-, algunos de los aspectos mas distintivos de las decisiones estratégicas que ciñen tales situaciones. Una clásica postura en nuestro medio parece ser una especie de despotrique contra el capital y los recursos del extranjero, a los cuales se los advierte como una necesidad, pero nunca se los tolera como un complemento. Así, se deambula en forma permanente por el arco que va de la protección y el subsidio, a la regulación y el control de precios, y de la inflación a las anclas nominales monetarias, coartando las siempre escasas posibilidades de capitalización local, desincentivando lo mejor del emprendedurismo posible e incentivando comportamientos acomodaticios y corporativistas.

La opción dura de competir vía investigación, desarrollo y nuevas ideas, siempre fue soslayada por la opción blanda de la ley hecha a mediada, es más sencillo impulsar una protección efectiva vía impuestos arancelarios -por caso-, que invertir en una mejora productiva que permita desplazamientos de la competencia dictaminados por el consumidor, quien en última instancia, siempre es el mejor juez dictando este tipo de sentencias -aunque inconveniente para los comportamientos anteriormente mencionados-.

Si en Argentina no logramos comprender que somos un país extremadamente pobre, cuya única salida hoy, la provee el sector agropecuario con todo su dinamismo y energía, y sobre el cual recaen permanentemente políticas que profundizan un agudo drenaje para que subsista un sector industrial que solo vive con un eterno respirador artificial, parece no haber salida posible.

Para marchar hacia la riqueza, entiendo, debemos terminar con algunos mitos.

Primero. Instaurar en la imagen del ciudadano común que la regulación económica es inviable y solo una herramienta improvisada por la diletancia de ocasión; la palabra "mas regulación" como lugar común, debe ser reemplazada por "más libertad".

Segundo. Instalar en la imagen del ciudadano común que la apariencia bondadosa de las políticas progresistas en Argentina han tenido un costo profundo, y es la miseria y desocupación en la que en esencia e inevitablemente siempre decantan.

Tercero. Que hay una aparato de poder diseminado en lugares clave del sector público, las artes, los sindicatos, el mundo empresarial y la educación, que hace las veces de apuntalador de las corrientes políticas que sostienen los mitos anteriormente mencionados, allí hay que dirigir la agenda analítica para poder desactivar esas restricciones y frenos al desarrollo.

Cuarto. Que para salir finalmente del eterno dilema del desarrollo trunco, la pobreza estructural, la miseria y la pauperización que corroe nuestra sociedad, el liberalismo no es una inconveniencia ni una conspiración de clase, sino, probablemente, nuestra última oportunidad.

domingo, 2 de junio de 2013

CONGELAMIENTO DE PRECIOS EN ARGENTINA

Como es de público conocimiento, 2013 ha comenzado con algunos temas que se han tornado coyunturales de cara a la agenda económica diaria, temas que luego se van transformando en inevitables tópicos de café que dan tensión a la mesa del domingo. Así, la palabra inflación convive con la palabra “dólar blue" para dejar paso finalmente a la reedición de un viejo concpeto que se resiste a morir: “congelamiento de precios”.

Trazaré entonces algunas apostillas al respecto de este mecanismo -clásico e históricametne inservible-, mediante el cual se pretende frenar una escalada generalizada de precios. Desde su aplicación es claro que se buscan objetivos múltiples. Primero, se pretende amortiguar una escalada inflacionaria para, segundo, poder manipular elementos de repercusión económica para hacer palanca electoral vía inyección dinero en la economía. En este sentido, se debe precisar (una vez más) que hay en economía un hecho que, si bien suele ser motivo de discusión respecto de los grados de verdad, no ha sido rebatido y es aceptado con diferentes niveles de incidencia; INCREMENTOS DE CANTIDAD DE DINERO NO SOLICITADOS PARA HACER TRANSACCIONES, TERMINAN SIEMPRE TRASLADÁNDOSE A SUBA DE PRECIOS. Más claro, si hoy a 10 personas que producen 10 productos que tienen un precio de un peso, se les entrega un peso más a cada una, el primer movimiento será un alza de precios a dos pesos por producto; la economía previamente poseía 10 productos y 10 pesos, luego, 10 productos y 20 pesos (es cierto que es sumamente sintético este ejemplo, dado que hay intercambios temporales y demás dilemas, algunos productos podrán saltar a 4 y otros permanecer en 1 pero no es el motivo ingresar en ese terreno).

Hay quienes se entregan al análisis económico indicando que inyecciones de dinero pueden empujar vía incremento de consumo, a la necesidad de producción, motivo por el cual a más largo plazo, inflación presente puede significar crecimiento futuro. En relación a esto entonces, y a un par de meses de un proceso electoral, hay que recordar que siempre es seductor para los gobernantes que tienen la capacidad de emitir billetes, hacerlo en forma desmedida para entregar poder de consumo a los ciudadanos (la famosa felicidad de corto plazo que tanto cuesta en el largo). Pero en una economía que está en los márgenes de su capacidad de producción, esos billetes se van directamente a suba de precios. Esta suba se da primero en los bienes de consumo, luego en salarios. Sin embargo esto no es percibido inmediatamente por los consumidores que ven la fuente de sus ingresos vía salarios, hay un proceso de tiempo para que adviertan este descalce, por lo que, con la sensación de poseer más billetes y la ficción de estar consumiendo más, se crea una sensación de mejora para el votante, aunque esconde su empeoramiento. Hay un tiempo hasta que el grueso de las personas advierten que "los precios suben por ascensor y los salarios por escalera".

El congelamiento intenta entonces amortiguar la subida más aguda de precios ante el previsto gasto en billetes para afrontar la elección. Con esto se pretende maximizar la sensación de bienestar del electorado, a la par de minimizar la posibilidad de su toma de consciencia vía la observación objetiva de un proceso inflacionario que crece adelante de sus narices.

Así las circunstancias, el congelamiento no es otra cosa que una contraindicación forzada antes que un acompañamiento efectivo para mejorar las condiciones de producción y consumo de la economía. No es ocioso recordar aquí, que el asalariado y los trabajadores son siempre los sectores que pagan los platos rotos de los efectos de negar verdades incontrastables.

A continuación entonces, y confiando que se haya comprendido la anterior dinámica, desarrollo posibles escenarios que se podrán presentar a partir del congelamiento informado sobre una canasta de 500 productos.

Uno de los principios básicos de cualquier teoría económica, es el que indica que dentro de las diferentes características de los bienes de consumo, se encuentran los denominados complementarios y sustitutivos. Los primeros, como su nombre lo indica, “acompañan” positivamente a bienes relacionados, por caso, un celular y la funda. Si se incrementa la demanda de celulares, inevitablemente se incrementará la producción y venta de fundas para celulares, hay otros ejemplos-de manual-, como la nafta y el automóvil y la mermelada y el pan. Los bienes sustitutivos son aquellos de reemplazo y no acompañamiento, en esta línea tenemos la manteca y la margarina, carne de cerdo y carne de vaca, entre otros. Entonces, si cae la demanda de manteca se acompaña un incremento de la demanda de margarina, dado que se sustituye un bien por otro. La pregunta en ambos casos es: ¿Qué hace que caiga o se incremente la demanda de un bien u otro? En el caso que estoy analizando respecto al congelamiento de precios, debemos indicar que son estos movimientos de precios los que primero mueven las cantidades que se demandan. Así, cuando los precios se incrementan, las cantidades demandadas se retraen, cuando los precios bajan, las cantidades demandadas tienden a ser mayores –aquí hay que considerar que las respuestas no siempre son proporcionalmente iguales, más adelante desarrollo este punto-. Entonces aquí viene la primera pregunta que debemos hacernos, para comenzar a comprender el posible escenario que puede generar el congelamiento en contexto de inflación, como el presente en Argentina: ¿Qué puede suceder si se congela el precio de un bien de alta sustitución en un contexto inflacionario como el presente en nuestra economía?

El bien relacionado a ese sustitutivo sufrirá una caída de su demanda en forma importante, continuando con el ejemplo anterior, si se congela el precio de la margarina y se deja libre el de la manteca, SE PERJUDICARÁ ASÍ A LOS PRODUCTORES DE MANTECA -Y OBVIAMENTE A LOS TRABAJADORES-, así las personas comienzan a sustituir manteca con margarina. Es cierto, la mayor parte de las empresas producen ambos bienes, pero de alguna manera, el diagrama de organización de sus plantas y la estructura de costos de las mismas verán producir ciertos descalces no previstos y un reajuste de sectores. Puede suceder que a las empresas no le convenga más continuar con la producción de manteca, cerrando sus líneas de producción dado que quedará desincentivada la búsqueda de producir este bien –en la historia hay infinidad de casos de desabastecimiento que aparecen luego de políticas de congelamiento-.

Si se congela el precio de bienes de difícil sustitución, en principio no habría efectos pronunciados en bienes relacionados. El bien se dejará de demandar o se demandará más dependiendo de otros factores independientemente de los precios y sus movimientos, podemos mencionar, por caso, insulina. Y aquí debemos preguntarnos: ¿Cuáles son los bienes de este tipo en la canasta de bienes congelados en precios? ¿Los hay?

En otra categoría de análisis, también se habla de bienes de alta elasticidad de demanda, de elasticidad unitaria y de rigidez de demanda. Este tipo de análisis intenta aproximarse al comportamiento que hay en los compradores respecto de sus capacidades físicas de consumo y sus gustos y preferencias. Hay bienes cuyyas características indican que, por más que se los pretenda consumir más y más, observan límites rápidos e infranqueables; por caso el pan y la leche. Quien pretenda consumir cantidades crecientes de estos bienes solo logrará saciarse rápidamente, quedando extasiado o engordando a niveles no deseados. En cambio, si esa misma persona puede consumir más y más computadoras, televisores Led con tecnología Smart, tabletas electrónicas, vinos de alta factura y cortes de carne de exportación, intentará hacerlo en mayor medida -y podrá hacerlo físicamente- que en la proporción de los primeros mencionados. Entonces la pregunta aquí es la siguiente: ¿Qué pasa con el movimiento de los precios de este tipo de bienes? ¿Responden igual sus demandas ante el movimiento de precios, bienes con características tan diferentes en tanto percepción del consumidor?

Si se congela el precio de un bien de alta elasticidad de demanda en contexto inflacionario –o sea, tal bien permanece con precio anclado y el resto suben de precio, pueden darse algunos efectos. Hay un efecto de incremento en el ingreso de quien pretende comprar. Digamos, en un contexto de suba generalizada de precios, un bien que queda estancado, hará pensar en un cierto tiempo algo que puede resumirse así: “que barato que está el Led de 42 pulgadas” o también se podrá pensar; “que bien que estoy ganando ahora, dado que me puedo comprar un Led de 42 pulgadas”. Esto se llama un efecto precio, pero también hay un EFECTO INGRESO –y aquí es donde creo, apunta el gobierno-.

Pero esto trae aparejado comportamientos relacionados.

Nada en economía se da en compartimentos estancos. El incremento de demanda de ese tipo de productos vía efecto ingreso, puede no reflejar la realidad subyacente al proceso económico por el cual esos bienes fueron producidos, perjudicando el sistema de costos de este tipo de bienes. Generalmente los bienes de alta elasticidad son los que se alejan de primera necesidad, mal llamados "bienes de lujo" -como los mencionados vinos de primera calidad, cortes de carne especiales, tabletas electrónicas, entre otros-, y cuya estructura de costos es elevada por la alta carga de insumos técnicos y recursos tecnológicos en su producción se requiere. En otras palabras y definiendo el punto; el congelamiento de precio de este tipo de bienes en un contexto inflacionario, es un subsidio directo -e irreal- al consumidor mejor posicionado (el consumidor de este tipo de bienes) que paga el productor y que descarga en la parte de sus insumos de más rápida adecuación en su estructura de costos de corto plazo, o sea EL TRABAJADOR. Así, se crea un descalce estructural creando una posición difícil de sostener en el mercado en el mediano plazo; las posibilidades de aparición de despidos de corto plazo y de racionalización de personal para ajustar, en el mediano plazo pueden empujar una caída de demanda de otro tipo de bienes para ajustar (que son los que se demandan como primera necesidad vía el sector asalariado que comienza a perder trabajo).

Si se congela un precio de un bien de elasticidad rígida de demanda, produce un efecto diferente. Recuerdo que elasticidad rígida quiere decir que, independientemente al movimiento de precios, estos bienes no repercuten fuertemente en su demanda. Si sube el precio, las personas deben adquirirlos dado que son de primera necesidad -la leche y el pan-. Pero si sus precios bajan, los consumidores no salen corriendo a hacer colas para comprar, dado que no se ven motivados para ello. Como el bien debe ser consumido independientemente de la variación de precios, dado que la rigidez indica necesidad, entonces, en un contexto inflacionario, congelar el precio de este tipo de bienes generará transferencias desequilibradas. Por un lado quienes poseen bajos ingresos recibirán la misma transferencia (el mismo beneficio supuesto del congelamiento) que quienes poseen ingresos elevados. Aquí el primer descalce, dado que no hay en el fondo de este movimiento, una “justicia distributiva”, por llamar de alguna manera al movimiento resultante del congelamiento, aunque nuevamente aquí la paradoja; se perjudica relativamente a las personas de menores ingresos, pero se percibe generalmente una mejora que se anuncia políticamente correcta.

En otra perspectiva comparada, también hay que indicar que la canasta de compra de salario de los trabajadores de menores ingresos, contiene mayor porcentaje de bienes de primera necesidad que de bienes de lujo, por caso y para apuntalar la explicación daré un porcentaje arbitrario; el 90% de los bienes que adquiere la canasta de los salarios más bajos son bienes de primera necesidad y solo el 10% bienes de lujo. En cambio el 10% de la canasta de las porciones más acomodadas de la sociedad, son bienes de primera necesidad, y el 90% son bienes de lujo. Estas diferencias se deben tener en cuenta para analizar el efecto de un congelamiento de precios en contexto inflacionario.

Es necesario finalmente cerrar este breve análisis al respecto del tan mencionado sistema de precios congelados que, cuando hay intervención de precios suelen desarticularse las motivaciones económicas subyacentes a las diferentes voluntades de oferentes y demandantes. Un mercado intervenido en forma creciente, generalmente termina imponiendo la necesidad de más intervención a consecuencia de mayores desequilibrios en mercados relacionados, los que no reflejan la realidad de decisiones fruto de una libre elección entre oferentes y demandantes. Una medida que al principio fue motivada por un ideal de justicia distributiva, termina siendo el puntapié inicial de un injusto y desequilibrado sistema de precios que decanta en una injusticia generalizada.

viernes, 10 de mayo de 2013

La inflación y un principio irreductible

La mejor forma de combatir la inflación es blanqueando la economía. O sea, no descalzar la oferta y la demanda con papeles pintados. Toda producción económica se intercambia con más producción, no con ganas de consumir o producir; la capacidad de consumo deviene de la capacidad previa de haber producido lo necesario para poder intercambiar. Cuando se incentiva la demanda con impresión monetaria sin respaldo en producción previa, inevitablemente deviene una escalada de precios. Y por más que Guillermo Moreno se empecine en controlarlos, es imposible hacerlo; es como querer ir tapando géisers con el pié.

jueves, 9 de mayo de 2013

CEDIN


Hace 48 horas la administración económica de gobierno ha lanzado una herramienta financiera especialmente diseñada para canalizar divisas del circuito negro al circuito formal, se dice que el objetivo no es solo el blanqueo de capitales fugados, sino la canalización de este recurso no utilizado, en forma de inversión hacia la economía real. La herramienta que supuestamente realizará tal canalización se presentó el martes y se ha denominado como; Certificado de Depósito Para la Inversión o CEDIN. Va entonces mi interpretación del mecanismo y sus posibles movimientos, no sin dejar mi opinión al respecto.


CEDIN es un bono en dólares que se va a habilitar para aquellas personas que pretendan "blanquear" sus dólares no declarados o declarados pero no ingresados al circuito -dólares legales-. Alguien que posea dólares en una caja de seguridad o debajo del colchón, y quiere comprar una propiedad, podrá hacerlo sin verse obligado a declarar la ruta de obtención de esos recursos, siempre que se dejen esos dólares en el Banco Central y éste a cambio entregue un papel que representa esa misma cantidad de dólares llamado CEDIN. Sería entonces una especie de cuasi-moneda respaldada en su reserva de valor en dólares estadounidenses encajados en el central.

Luego, a medida que este bono o cuasi-moneda llamado CEDIN, comienza a utilizarse para transacciones, se abre otro parámetro -que decantará en un nuevo mercado-, y tendrá relación con la carga subjetiva de quien tomará cedines (puede ser quienes vendan una propiedad tomando en pago tal bono o cuasi-moneda). Posteriormente puede suceder que, quien recibió el bono, esté en situación de pretender la liquidez de los dólares antes de 2016 (que es el momento en el cual el bono paga el neto nominal que representa en el banco central) y, como el central no se lo cambia hasta esa fecha por los dólares que representa, habrá un intento por cambiarlo en el mercado. Obviamente, el mercado pagará una menor cantidad que su valor nominal; el comprador del papel descuenta el riesgo y se hace cargo del tiempo, y eso, lógicamente, lo cobra quien compra el bono y lo paga quien lo vende. Una vez que este proceso cobra dinámica, quien se hace de bonos vendiendo una propiedad, también descontará riesgo y cobrará extra por la adquisición de un valor con menos riesgo que el bono (la propiedad), por lo que el bono comenzará a oscilar sobre otros parámetros más allá de los acostumbrados entre el dólar y el peso. A la vez, habrá un pasivo creciente del central, aunque con un creciente stock de dólares. De esta manera se estaría paliando temporalmente la recesión inmobiliaria y, supuestamente, el descalce entre las paridades de dólares negro y oficial, pero a costa de incrementar el pasivo del central y los compromisos futuros de la administración pos 2015, vendría así un tercer tipo de cambio encubierto, que debería oscilar entre el negro y el oficial.

Respecto de las cajas de seguridad, por caso, podría suceder que, si no se dinamiza el mercado de CEDIN con este primer impulso (que descansa finalmente en una decisión voluntaria de los tenedores de dólares) y continúe el problema de escasez de dólares, se pretenda ir por el contenido de ellas. Así, irán directamente y en donde encuentren dólares, pondrán (¿compulsivamente?) CEDINES y depositarán los dólares en el central. Existe ese riesgo, y si finalmente la justicia confirma ser la presa de ataque desde otro flanco, tendríamos la tormenta perfecta y la suma de todos los miedos en forma de un abordaje en pinzas a la propiedad y sin posibilidad alguna de defensa de la misma. Espero haber sido claro.

sábado, 26 de enero de 2013

EL MERCADO: Clásicos, neoclásicos y austriacos.

A continuación podrán observar un vídeo en el cual el profesor Israel Kirzner traza una definición y desarrollos claros sobre la historia del pensamiento económico. En el mismo verán que se llega con una claridad inusual a la esencia conceptual que marca la diferenciación de las tres corrientes de pensamiento más importantes en ciencia económica y la base metodológica de sus postulados.